El archipiélago al norte de Sicilia sorprende por su mezcla de paisajes volcánicos, calas agrestes, puestas de sol y poblados prehistóricos (a una hora en barco) en un mar turquesa. Las Eolias están compuestas por siete islas: desde la animada Lípari a la explosiva Estrómboli, pasando por Vulcano, Salina, Panarea, Filicudi y Alicudi.
La mejor época para viajar a Sicilia es en primavera (entre abril y junio) y en otoño (septiembre y octubre). El clima es muy suave, ya que ronda los 25 °C durante esta época. La primavera deja entrever todo su esplendor con una vegetación y unas temperaturas ideales.
El verano, sin embargo, es árido y seco. El viento de África, denominado siroco, golpea toda la isla y deja un intenso calor a su paso. El calor que trae consigo es abrasador, y las temperaturas pueden alcanzar los 40 °C. Dada la proximidad con el continente africano, también deja viento de arena.
Los meses de diciembre, enero y febrero no son los meses más recomendados para viajar a Sicilia ya que hace mucho frio, llueve en el interior y a veces puede nevar, También es posible que te encuentres muchos comercios cerrados. En invierno, por ejemplo, la temperatura en altitud puede llegar a los 0 °C.
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