Groenlandia es un país que básicamente es un inmenso glaciar cubre casi toda su superficie, un auténtico desierto de hielo que se extiende formando en sus zonas costeras enormes lenguas de hielo, repletas de icebergs y hermosos fiordos. La tierra de los innuit es el destino ideal para los viajeros más aventureros, amantes de lo poco turístico, de la naturaleza y de los paisajes irrepetibles
Para hacer un viaje a Groenlandia, lo ideal son los meses de julio y agosto, incluso finales de junio. La razón es que es la única época del año donde la parte sur de la isla no está helada.
Groenlandia es uno de esos pocos rincones en el mundo que prácticamente solo se pueden visitar en los meses de verano, ya que el resto del año esta enorme isla se pone en hibernación. Pero, si no te molesta el hielo, puedes alargar el periodo entre mayo y septiembre.
Groenlandia en pleno invierno (meses de diciembre a febrero) tiene un clima muy duro, e incluso se llegan a cortar muchas carreteras por las heladas, sobre todo el norte.
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