Tours

Una vez que hayas visitado el castillo podrás dirigirte a la localidad de Tours, uno de los pueblos más emblemáticos y bellos de toda la ruta por el Valle de Loira. De hecho, Tours tiene la distinción de «Ville d’Art et d’Histoire» (Ciudad de Arte de Historia), otorgado en parte por su hermoso centro medieval. Otros de los atractivos más importantes del lugar, ubicados en su mayoría dentro del casco histórico, son la Plaza Plumereau, la Catedral Saint-Gatien, la Basícila de Saint Martin y la Abadía de Marmoutier. Tours no solo es una ciudad dueña de un importante patrimonio histórico, sino también un lugar donde la gastronomía ocupa un lugar destacado. Allí podrás degustar alguna de las comidas regionales, como las rilletes y los rillons, el queso de cabra de Sainte-Maure-de-Touraine y unos pancitos cocidos en el horno de leña conocidos como fouaces. Si eres amante del vino no puedes dejar de visitar una terraza y probar un vino de Vouvray o Chinon.