Bután es un refugio confortable y enigmático entre montañas, imponentes dzongs (fortalezas), chortens (santuarios) de paredes blancas, bosques de flores silvestres, pasos de alta montaña, valles infinitos y algunos de los parques nacionales con mayor diversidad biológica del mundo. Descubre una forma de vida budista y tradicional en la cual la felicidad es la principal prioridad.
Los meses entre octubre y diciembre son el momento ideal para visitar Bután, ya que el aire es claro y fresco con cielos soleados.
Enero y febrero son más fríos, pero desde entonces hasta abril el clima permanece seco y agradable y a finales de primavera los famosos rododendros florecen espectacularmente, inundando de color los valles.
El calor y la humedad aumentan a partir de mayo, y de junio a septiembre las lluvias monzónicas cubren las montañas.
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