Al viajar a Chequia, los visitantes suelen limitarse a visitar la turística y preciosa capital, Praga, olvidando los castillos, palacios de cuento, pueblos medievales, ciudades balneario de fama mundial y asombrosos paisajes de cuevas y montañas que se esconden más allá de los límites de la ciudad. Atrévete a explorar este destino en su plenitud, en un viaje auténtico que no te dejará indiferente.
La mejor época para viajar a la República Checa son los meses de mayo, junio y septiembre, cuando la temperatura todavía es agradable y evitas la temporada alta de verano.
Otra buena época, si no te importa pasar frío son las Navidades, cuando las ciudades se decoran con preciosos mercadillos de Navidad.
Julio y agosto son dos meses en los que los precios se disparan y hay mucho turismo, sobre todo en Praga, por lo que en principio, sería mejor evitarlos siempre que sea posible.
"Esta actuación está impulsada y subvencionada por el Servicio Público de Empleo de Cataluña y financiada al 100% por el Fondo Social Europeo como parte de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia de COVID-19".