Atrévete a aventurarte en Laos, un país habitado por tribus montañesas que es predominantemente un manto verde, tallado con afluentes del Mekong, valles escarpados y jungla, así como antiquísimos templos Cham. Descubre joyas escondidas como Luang Prabang, un mosaico de wats dorados y villas indochinas cuyas calles a menudo se llenan de procesiones de monjes.
El pequeño país sin litoral de Laos se visita mejor entre octubre y abril, cuando el clima es cálido y seco en todo momento. Los viajes fluviales son mejores entre noviembre y enero, cuando los altos niveles de agua facilitan el paso a lo largo de la principal vía fluvial de Laos, el río Mekong. Visitar la meseta de Bolaven también es agradable en esta época del año. La geografía de Laos juega un papel importante en la configuración de su clima, y todavía se pueden encontrar temperaturas frescas en las tierras altas, que se encuentran principalmente en las regiones del norte, este y centro.
La 'temporada verde' cae entre finales de mayo y octubre, cuando las lluvias regresan al país. Sin embargo, los chubascos suelen ser cortos y agudos, y tienen poco impacto en su exploración. En esta época del año, el país cobra vida, con cascadas que comienzan a fluir una vez más y el exuberante paisaje atrae una variedad de vida silvestre.
No hay un mal momento para visitar este destino, depende de las actividades que quieras hacer
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